Una violenta ola de lluvias monzónicas en las últimas 24 horas causó la muerte de al menos 54 personas en la provincia de Punjab, Pakistán, elevando el saldo de víctimas a unas 178 desde finales de junio, en medio de uno de los monzones más intensos de los últimos años.

Las precipitaciones superaron en más del 120 % los niveles habituales, provocando inundaciones en ciudades como Lahore y Rawalpindi, y deslizamientos de tierra que destruyeron viviendas en zonas rurales. Equipos de rescate del ejército y organismos civiles evacuaron a cientos de personas atrapadas entre el agua y los escombros.

El gobierno paquistaní emitió alertas por riesgo de inundaciones adicionales, suspendió clases y declaró días no laborables en las zonas más afectadas. También pidió a la población armar kits de emergencia con alimentos, medicinas y documentos.

Se prevé que las lluvias continúen hasta el fin de semana, lo que podría agravar aún más la crisis humanitaria y aumentar la cifra de víctimas.