La Basílica de San Pedro en el Vaticano se ha convertido en un punto de encuentro para más de 60 mil fieles que desean rendir homenaje al papa Francisco, quien falleció a los 88 años.
Desde la apertura de la capilla ardiente, miles de personas han visitado el féretro del pontífice, aunque antes deben pasar controles similares a los de los aeropuertos.
Algunos usuarios en redes sociales comentaron que la fila de espera se extiende hasta 4 horas, pero que valía la pena, para poder despedir al líder religioso.
Ante la masiva afluencia, las autoridades decidieron mantener abierta la basílica durante toda la noche, cerrándola solo brevemente para tareas de mantenimiento.
La capilla ardiente del papa Francisco permanecerá abierta hasta la noche del viernes, en la antesala de un funeral de Estado que reunirá a importantes líderes mundiales que ya confirmaron su asistencia, como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Javier Milei de Argentina, Lula da Silva de Brasil, el rey Felipe VI de España y el secretario general de la ONU, António Guterres.
El mismo día del funeral, Jorge Mario Bergoglio será sepultado en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma, convirtiéndose en el primer papa enterrado fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.