La celebración que Denise Álvarez había esperado por años terminó marcada por la ausencia y el miedo. Su fiesta de quinceañera, organizada con meses de anticipación en Rowland Heights, California, fue pensada para recibir a 200 personas, pero solo acudieron alrededor de 40.

El temor a redadas migratorias por parte de agentes de ICE desanimó a la mayoría de los invitados, arruinando lo que debía ser una noche inolvidable.

La familia Álvarez había destinado unos $15,000 dólares para el evento, incluyendo el salón, la comida, la decoración y los recuerdos. Sin embargo, casi $10,000 dólares se perdieron por la baja asistencia.

La celebración había sido un sueño para Denise, quien a pesar de cumplir 16 años, quiso vivir su fiesta de quinceañera al estilo tradicional latino.

“Es como una boda. No hay novia ni novio, pero todo lo demás es igual. El vestido, el salón, la comida, la decoración, los recuerdos de la fiesta”, explicó María en una entrevista televisiva.

El ambiente de inseguridad que rodea a muchas comunidades latinas en Estados Unidos quedó reflejado en este evento. Según María, varios invitados avisaron que no asistirían por temor a ser detenidos en redadas migratorias, luego de que circularan reportes de operativos en los alrededores de Rowland Heights pocos días antes de la fiesta. “Tenían miedo, y era mejor que se quedaran en casa”, agregó.

Aunque la fiesta no fue como la habían planeado, Denise se mostró agradecida por el esfuerzo de su familia y la compañía de los que sí llegaron: “No importa que la gente no haya venido. Me alegro de haber estado con mi familia”.

Por su parte, María lamentó la pérdida económica, pero comprendió la decisión de los ausentes.