México celebró el domingo una jornada electoral histórica al convocar a cerca de 100 millones de ciudadanos para elegir, por primera vez, a casi 3 mil jueces, magistrados y ministros de la Corte Suprema.
Aunque el proceso transcurrió de forma pacífica, predominó la apatía y la falta de información sobre los perfiles de los candidatos entre los votantes, provocando una participación menor al 10% de electores inscritos en el padrón, durante la primera mitad de la jornada de votación de 10 horas.
En la Ciudad de México los votantes se encontraron con el reto de llenar 9 boletas y algunos se tardaban hasta 26 minutos para lograrlo.
La elección directa de jueces en México, impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, es vista por su sucesora, Claudia Sheinbaum, como una vía para combatir la corrupción y la impunidad en el sistema judicial.
Sin embargo, expertos coinciden en que el verdadero motor de la reforma fue el constante enfrentamiento de López Obrador con los tribunales, que bloquearon varias de sus iniciativas.
Analistas también advierten que este nuevo modelo podría facilitar la infiltración del crimen organizado, al ser más vulnerable que mecanismos como la carrera judicial basada en méritos y evaluaciones técnicas.
En esta jornada electoral, los mexicanos fueron convocados para elegir a cerca de 880 jueces federales, incluyendo a quienes integrarán la Suprema Corte de Justicia, así como a más de 1,700 magistrados regionales en 19 entidades del país.
Este proceso marca apenas la primera etapa de la reforma judicial, ya que en 2027 se realizará una nueva elección para designar al resto de los jueces que conforman el sistema nacional de justicia.
Las autoridades electorales informaron que los resultados se darán a conocer hasta la próxima semana.