Los habitantes de la ciudad de La Paz, en el estado de Baja California Sur, se preparan desde el miércoles ante la inminente llegada del huracán Lorena, fenómeno que ya ha generado intensas lluvias e inundaciones en la región.
El sistema, clasificado como categoría 1 en la escala de Saffir-Simpson, se desplaza por aguas del Pacífico a unos 200 kilómetros de Cabo San Lucas, con vientos sostenidos de 130 kilómetros por hora, de acuerdo con información del Centro Nacional de Huracanes de EE. UU.
Las previsiones apuntan a que el huracán se debilite a tormenta tropical y toque tierra la noche de este jueves en el extremo norte de Baja California Sur, sin afectar de forma directa a la capital estatal.
Ante la alerta, algunos residentes reforzaron sus viviendas colocando sacos de arena en las entradas para contener posibles inundaciones, mientras que en varias zonas el drenaje colapsó, provocando brotes de aguas residuales.
El sector hotelero, por su parte, activó protocolos de seguridad para resguardar a los turistas que decidieron permanecer en la zona.
Cada año, México se enfrenta al impacto de ciclones en las costas del Pacífico y el Atlántico, principalmente entre los meses de mayo y noviembre, temporada en la que suelen registrarse fenómenos de distinta intensidad.