Una potente tormenta azotó Cheyenne, EE.UU, dejando a su paso granizadas del tamaño de pelotas de béisbol y nubes embudo visibles desde varios puntos de la ciudad. Vecinos y autoridades reportaron acumulaciones significativas de hielo que obstaculizaron el tráfico y provocaron daños en vehículos, tejados y ventanas.
Según reportes meteorológicos, la tormenta generó granizo de diferentes tamaños, desde el equivalente a pelotas de ping-pong hasta fragmentos más grandes. Estos bloques de hielo se acumularon rápidamente en calles y avenidas, obligando al cierre temporal de varias vías y movilizando a cuadrillas municipales para despejar los caminos.
Aunque no se han registrado víctimas, los daños materiales y la interrupción del servicio eléctrico en algunas zonas generaron preocupación entre los residentes.