El sábado fueron liberados los 28 policías y un militar que habían sido retenidos desde el jueves en el Cañón del Micay, una zona conflictiva en el suroeste de Colombia.
Los uniformados fueron entregados a una comisión gubernamental en La Hacienda, un área en el departamento del Cauca controlada por disidentes del grupo guerrillero Estado Mayor Central (EMC), vinculados al narcotráfico.
La retención ocurrió después de enfrentamientos entre la población local y las fuerzas del orden, que realizaban una operación contra el narcotráfico. El incidente se produjo cuando un vehículo blindado que transportaba a los oficiales fue incendiado por los manifestantes. Tras días de tensiones, los agentes fueron finalmente liberados y trasladados a Popayán con el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo.
Este episodio ocurre en medio de la implementación de un programa del gobierno de Gustavo Petro, que busca reemplazar los cultivos ilícitos con alternativas económicas. Sin embargo, las comunidades locales rechazan este plan, denunciando que la militarización de la zona solo aumenta los conflictos.
