La elección de León XIV, nombre pontificio adoptado por el cardenal Robert Francis Prevost, ha marcado un hecho sin precedentes en la historia de la Iglesia Católica, por primera vez un estadounidense ha sido elegido Papa. Pero más allá de su origen, otro dato ha captado la atención del mundo político y religioso: el nuevo pontífice figura como afiliado registrado al Partido Republicano en Estados Unidos, según registros públicos disponibles hasta su traslado definitivo al Vaticano.
Prevost, nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, tiene también nacionalidad peruana, adquirida tras décadas de servicio pastoral en el país sudamericano. Antes de asumir cargos importantes en el Vaticano, como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, vivió más de 30 años en Perú, donde ejerció como misionero agustino, formador y vicario judicial en la arquidiócesis de Trujillo.
Sin embargo, su pasado político formal como votante registrado del partido republicano ha generado tanto sorpresa como debate, sobre todo entre observadores que analizan la neutralidad del Vaticano en asuntos partidistas.
Aunque no hay evidencia de militancia activa ni declaraciones partidarias durante su carrera eclesial, el dato ha sido confirmado por medios como The New York Times y Político, que accedieron a registros electorales estadounidenses previos a su salida definitiva del país.
En sus primeras palabras como Papa, León XIV hizo un llamado a la unidad, la paz y la justicia social, evitando cualquier referencia a ideologías políticas. Su mensaje, pronunciado en varios idiomas, incluido el español, con un saludo especial a su antigua diócesis en Chiclayo, Perú, fue recibido con entusiasmo por los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.