En Buenos Aires, una protesta de jubilados frente al Congreso argentino terminó con incidentes, detenciones y heridos leves el miércoles por la tarde. La manifestación, que se realiza semanalmente en reclamo por las bajas pensiones, contó con la participación de entre 400 y 500 personas, incluidos grupos organizados y agrupaciones de izquierda.
El gobierno del presidente Javier Milei desplegó un fuerte operativo de seguridad con efectivos de distintas fuerzas federales, lo que generó enfrentamientos con los manifestantes. Se registraron empujones, golpes y el uso de gas pimienta por parte de la policía.
Según medios locales, al menos dos personas fueron detenidas y dos miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos, aunque hasta la noche del miércoles no hubo un informe oficial sobre la cantidad exacta de afectados.
Los jubilados denuncian que sus ingresos son insuficientes ante el constante aumento del costo de vida.