Érika Yanira Morales, de 20 años, quedó cuadripléjica en 2021 tras ser brutalmente atacada con una botella de whisky en la cabeza dentro de los baños de una discoteca en Pasto, Nariño. El ataque, perpetrado por dos mujeres, le causó serios daños que cambiaron su vida para siempre.

El incidente ocurrió el 2 de agosto, cuando Érika, aún menor de edad, se encontraba en el establecimiento. Según su hermana Tatiana Morales, el ataque le provocó a Érika un infarto cerebral múltiple con múltiples incapacidades. Tras semanas en estado crítico en un hospital, Érika recuperó la conciencia después de 17 meses, pero perdió la movilidad y la capacidad de respirar por sí misma.

Desde entonces, Érika ha estado bajo el cuidado de su madre, su hermana y personal médico especializado. Sin embargo, la falta de atención adecuada y el desarrollo de una úlcera dolorosa llevaron a Érika a tomar una decisión difícil: solicitar la eutanasia. A través de un sistema de abecedario diseñado por su familia, Érika expresó su deseo de poner fin a su sufrimiento.

Después de una larga lucha, Érika obtuvo la aprobación para el procedimiento. Su hermana Tatiana expresó sentimientos encontrados, pero afirmó que apoya la decisión de Érika como un acto de amor. «Ningún comentario malintencionado me importa hoy, solo sé que fue la prueba de amor más grande que le estoy dando a mi hermana», escribió Tatiana en redes sociales.

Recientemente, se reveló la identidad de las presuntas agresoras: Glair Gómez y Leidy León. La familia de Érika espera que se haga justicia y que las responsables rindan cuentas por el daño causado. Mientras tanto, Érika continúa recibiendo cuidados paliativos y apoyo psicológico hasta que se lleve a cabo el procedimiento de eutanasia.