El expresidente brasileño Jair Bolsonaro llegó al Congreso en Brasilia portando una tobillera electrónica como parte de las medidas cautelares impuestas por el Supremo Tribunal Federal por presunto riesgo de fuga hacia Estados Unidos. Bolsonaro está acusado de intentar revertir los resultados de las elecciones de 2022 y de obstrucción a la justicia. Su presencia en la sede legislativa ocurrió bajo fuerte resguardo y en medio de una creciente tensión política.
El exmandatario evitó dar declaraciones extensas ante la prensa, limitándose a calificar las restricciones como una “humillación suprema”. Además de la tobillera, enfrenta arresto domiciliario nocturno, no puede usar redes sociales ni tener contacto con otros investigados, incluyendo su hijo Eduardo. También se le restringió la interacción con diplomáticos extranjeros.
Estas medidas refuerzan el cerco judicial sobre el exmandatario, quien ha sido señalado por intentar liderar un movimiento golpista tras perder las elecciones. El Supremo Tribunal Federal continúa con las investigaciones mientras sectores aliados a Bolsonaro denuncian persecución política y se movilizan en su defensa.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mostrado su respaldo a Jair Bolsonaro, incluso ha impuesto medidas arancelarias contra el gobierno de Lula da Silva, quien ha catalogado de injerencista los intentos de Trump por mediar a favor de su aliado ultraderechista.