Este jueves se conoció que la presidenta de Italia, Giorgia Meloni, está preparando una nueva normativa para emitir pulseras electrónicas para cada inmigrante ilegal que llegue a Italia, permitiendo así a las fuerzas de seguridad monitorizar sus movimientos y localizarlos con facilidad en caso de que sus solicitudes de asilo sean denegadas.
Según informan medios italianos, el gobierno ya adquirió cien mil de estos dispositivos el pasado verano y es parte de un plan que mantiene con Albania para revisar un protocolo del sistema migratorio en un intento por esquivar los fallos judiciales que han bloqueado previamente su política.
En total, el Tribunal Civil y el Tribunal de Apelaciones de Roma, han anulado en tres ocasiones la implementación del protocolo con Albania. Se espera que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea emita un dictamen en julio.