El embajador de Israel en Guatemala, Alon Lavi, afirmó que la reciente ofensiva de su país contra Irán fue una acción preventiva frente a una doble amenaza inminente representada por el desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos por parte del régimen iraní. Según el diplomático, Israel debió actuar antes de que estas capacidades alcanzarán un punto irreversible.
Lavi señaló que el liderazgo iraní ha manifestado públicamente su intención de destruir a Israel, y ha sostenido durante años una estrategia basada en tres frentes: la construcción de armas nucleares, el desarrollo de misiles balísticos de largo alcance y la financiación de grupos armados como Hezbolá, Hamás y los hutíes de Yemen.
El diplomático explicó que la ofensiva fue posible tras cumplirse condiciones tácticas específicas, y que comenzó con ataques dirigidos contra líderes militares y la infraestructura del programa nuclear iraní. También afirmó que Teherán ignoró reiteradas oportunidades para negociar, incluidas advertencias de Estados Unidos.
Israel, según Lavi, cuenta con un sistema de defensa en cuatro capas para proteger a su población y extranjeros: bunkers reforzados, un sistema de alarma temprana que da hasta 12 minutos de aviso, la Cúpula de Hierro con una efectividad del 90 % y tecnología aérea avanzada para interceptar misiles en vuelo.
El embajador recalcó que el conflicto no está dirigido contra el pueblo iraní, sino contra el régimen que gobierna en Teherán desde 1979.
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Finalmente, Lavi sostuvo que una solución diplomática sería bienvenida, pero subrayó que su país no puede permitir que Irán alcance su objetivo estratégico. También alertó sobre los vínculos de Irán con gobiernos aliados en América Latina, especialmente Venezuela, al que calificó como un riesgo geopolítico adicional en la región.