En un escenario de alta tensión internacional, la posibilidad de un nuevo acuerdo nuclear se desvanece ante la negativa de Irán a negociar bajo las actuales condiciones de presión de parte de Estados Unidos.
El gobierno de Irán ha rechazado cualquier negociación directa con Estados Unidos mientras persistan las sanciones y amenazas impuestas bajo la política de «máxima presión». Así lo declaró el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, en respuesta a una carta enviada por el presidente Donald Trump, en la que expresaba su intención de alcanzar un nuevo acuerdo nuclear.
Trump aseguró que espera que Irán acepte negociar, argumentando que llegar a un pacto sería «mucho mejor» para Teherán. Sin embargo, el líder supremo iraní, Ali Jamenei, ha reiterado que no considera prudente ni honorable entablar conversaciones con Washington, recordando que EE.UU. incumplió el acuerdo nuclear previo.
El Plan de Acción Integral Conjunto, PAIC, firmado en 2015, colapsó después de que la administración Trump retirara a EE.UU. del pacto en 2018 e impusiera nuevamente sanciones económicas. En respuesta, Irán reanudó su programa nuclear, incrementando el enriquecimiento de uranio más allá de los límites establecidos en el acuerdo original.
Las negociaciones para restablecer el PAIC han estado paralizadas desde 2022, y el panorama para un nuevo pacto sigue siendo incierto. Mientras Washington insiste en restricciones más estrictas, Teherán exige el levantamiento de sanciones como condición para retomar el diálogo.