En Tuam, condado de Galway, Irlanda comenzó este lunes la exhumación de los restos de 796 niños que murieron entre 1925 y 1961 en el Hogar St. Mary’s, un centro administrado por religiosas católicas. Los cuerpos fueron hallados en un antiguo sistema séptico, y ahora un equipo forense, liderado por el experto Daniel MacSweeney, trabajará durante dos años para recuperar e identificar los restos.

La exhumación responde a años de presión pública tras la investigación de la historiadora local Catherine Corless, quien descubrió que cientos de niños fallecidos no tenían registros de entierro. Su denuncia provocó conmoción nacional y llevó al gobierno irlandés a pedir disculpas oficiales en 2021 por los abusos cometidos en estas instituciones.

El proceso busca no solo entregar restos a las familias mediante análisis de ADN, sino también rendir justicia y memoria a las víctimas. El caso de Tuam se ha convertido en un símbolo de los abusos sistemáticos cometidos contra mujeres y niños en hogares religiosos, y podría abrir la puerta a más investigaciones en otras partes del país.