Un incendio de rápida propagación obligó a suspender por completo las operaciones en el aeropuerto Adnan Menderes de Esmirna, en Turquía.

Alimentadas por fuertes vientos y condiciones extremadamente secas, las llamas avanzaron con velocidad, poniendo en riesgo la seguridad de la infraestructura aérea. Ante la gravedad de la situación, las autoridades decidieron interrumpir todas las salidas y llegadas como medida de precaución.

Una espesa nube de humo cubrió el espacio aéreo mientras los equipos de emergencia trataban de controlar el incendio, lo que obligó a cancelar o desviar numerosos vuelos nacionales e internacionales.

Las autoridades movilizaron bomberos, aeronaves y cientos de vehículos terrestres para contener el fuego, además de evacuar decenas de poblados cercanos afectando a unas 50,000 personas.

El aeropuerto interrumpió vuelos durante la tarde del domingo y aunque reabrió parcialmente por la noche, muchas rutas siguen registrando retrasos y cancelaciones masivas.