Las autoridades de Estados Unidos realizaron uno de los mayores decomisos de fentanilo en su historia, al incautar 3 millones de pastillas presuntamente vinculadas al Cártel de Sinaloa. En el operativo fueron detenidas 16 personas, entre ellas Alberto Salazar Amaya, señalado como líder regional y residente en Salem, Oregón.

La operación, encabezada por la DEA, se llevó a cabo en varios estados, incluyendo Nuevo México, Arizona, Utah, Nevada y Oregón. Además del fentanilo, se confiscaron otras drogas como metanfetamina, cocaína, heroína, armas de fuego y alrededor de cinco millones de dólares en efectivo.

La fiscal general Pam Bondi calificó la acción como un golpe clave en la lucha contra el narcotráfico. Recordó que el fentanilo, fabricado en México con insumos químicos provenientes de China, es responsable de unas 75,000 muertes al año en EE.UU.

Los acusados enfrentarán cargos por conspiración, distribución de drogas, delitos relacionados con armas y violaciones migratorias.