Illinois se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en establecer evaluaciones obligatorias de salud mental para estudiantes de escuelas públicas, tras la firma de una ley histórica por parte del gobernador J.B. Pritzker. La normativa, que entrará en vigor en el ciclo escolar 2027-2028, busca detectar de manera temprana señales de angustia psicológica en niños y adolescentes.

La medida contempla que todos los alumnos desde tercer hasta doceavo grado participen en al menos una evaluación anual. Estas pruebas no tendrán un carácter diagnóstico, sino que pretenden facilitar intervenciones y apoyo oportunos antes de que los problemas emocionales escalen. La Junta de Educación del Estado de Illinois deberá emitir las directrices de implementación a más tardar en septiembre de 2026.

El programa se desarrolla en un contexto de creciente preocupación por la salud mental juvenil, con cifras al alza de ansiedad y depresión que se intensificaron en los últimos años. Al incluir estas evaluaciones como parte de la rutina escolar, las autoridades buscan reducir el estigma en torno a la atención psicológica y normalizar la búsqueda de ayuda.

Las evaluaciones estarán sujetas a estrictas normas de confidencialidad, y los padres podrán optar por excluir a sus hijos si así lo desean. El estado financiará las herramientas necesarias para garantizar que las escuelas cuenten con recursos suficientes para cumplir con el nuevo requisito.

Con esta iniciativa, Illinois se posiciona como pionero en la integración de la salud mental al ámbito educativo, un modelo que podría inspirar políticas similares en otros estados. Las autoridades esperan que la detección temprana y el apoyo institucional fortalezcan un entorno escolar más seguro y resiliente para todos los estudiantes.