Hungría aprobó este martes un proyecto de ley para iniciar su retiro de la Corte Penal Internacional (CPI), decisión que entrará en vigor un año después de notificar formalmente a la ONU. El gobierno de Viktor Orbán denuncia que la CPI se ha transformado en un «órgano político» y cuestiona su imparcialidad.
El impulso legislativo fue respaldado con 134 votos a favor, 37 en contra y 7 abstenciones. La medida surge tras la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a Budapest, a pesar de que pesa en su contra una orden de arresto de la CPI por presuntos crímenes de guerra en Gaza.
El Ejecutivo sostiene que la corte ha perdido credibilidad jurídica, en particular tras emitir órdenes contra líderes como Netanyahu; esta postura ha generado el respaldo de Israel y críticas de organismos como la CPI y Amnistía Internacional, que advierten un debilitamiento de la justicia global.
Mientras tanto, el ministro de Exteriores húngaro anunció que formalizarán la notificación a la ONU en los próximos días, con lo cual Hungría quedaría desligada de la CPI en un año, aunque seguirá obligada a cooperar en casos abiertos antes de la retirada.