Al menos cuatro personas perdieron la vida y decenas resultaron heridas este jueves debido a varias explosiones en la ciudad de Bukavu en el este de República Democrática del Congo, durante una reunión de líderes del grupo rebelde M23 que recientemente tomó el control de la zona y residentes.
Testigos afirman que las explosiones se produjeron mientras el líder rebelde Corneille Nangaa abandonaba el podio, después de brindar un discurso en la plaza de la Independencia.
Los rebeldes del M23, apoyados por Ruanda, han dominado la región, tomando ciudades estratégicas y provocando la muerte de alrededor de 3 mil personas.
En una rápida ofensiva de tres semanas, el M23 logró tomar el control de Goma, la principal ciudad del este de la República Democrática del Congo, y también tomó la segunda ciudad más grande, Bukavu, el 14 de febrero.
Actualmente, el grupo rebelde cuenta con el respaldo de unos 4 mil militares de Ruanda, según analistas de la ONU, y en varias ocasiones han afirmado su intención de avanzar hasta la capital de Congo, Kinshasa, ubicada a más de 1,600 kilómetros de distancia.
El M23 afirma que lucha para proteger a los tutsis y congoleños de origen ruandés de la discriminación y el deseo de transformar a República Democrática del Congo de un estado fallido a uno moderno.
Sin embargo, los analistas han calificado esos pretextos como justificaciones para la intervención de Ruanda.