Disidentes armados de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, realizaron el martes una serie de ataques con drones cargados de explosivos en el municipio de Calamar, departamento de Guaviare, en la región amazónica del sur del país.

Las acciones violentas tuvieron como blanco la vivienda del alcalde local, Farid Castaño, así como instalaciones del Ejército Nacional y de la Policía Nacional.

El gobernador de Guaviare, Yeison Rojas, confirmó a través de su cuenta en la red social X que el mandatario municipal «se encuentra bien» tras el atentado.

El Ministerio del Interior reportó que los ataques dejaron varios heridos y daños materiales, aunque no especificó el número de afectados. En un comunicado oficial, la entidad calificó lo sucedido como “una grave vulneración a la seguridad ciudadana y un ataque directo contra la institucionalidad democrática y las autoridades civiles y militares del territorio”.

Las autoridades señalan como responsables a las disidencias de las FARC lideradas por alias Iván Mordisco, un antiguo mando medio que nunca se acogió al Acuerdo de Paz firmado en 2016.

Según la policía, estos grupos continúan operando en varias zonas de la Amazonía colombiana, involucrados en economías ilegales como el narcotráfico y la minería ilícita.