El presidente guatemalteco Bernardo Arévalo anunció este lunes que su país aceptará la llegada semanal de unos 150 menores de edad no acompañados expulsados de Estados Unidos, en medio de un proceso judicial que detuvo temporalmente un primer grupo de deportaciones.
Arévalo aseguró que Guatemala cuenta con la logística para recibirlos y brindar atención inmediata, aunque subrayó que la frecuencia y el número de envíos dependerán de las decisiones del gobierno estadounidense.

El anuncio ocurre tras la orden de una jueza federal en Estados Unidos que bloqueó las deportaciones por 14 días. La medida se produjo el domingo, cuando un grupo de niños ya se encontraba a bordo de aviones listos para despegar. Los menores fueron devueltos a centros de acogida mientras se resuelve el litigio.

La suspensión respondió a recursos legales que denunciaron posibles violaciones de derechos y ausencia de debido proceso en el intento de repatriación masiva. Organizaciones de derechos humanos han advertido que el retorno de menores a Guatemala podría colocarlos en entornos inseguros y sin redes de protección adecuadas.

Cada año, miles de niños y adolescentes guatemaltecos intentan llegar solos a Estados Unidos, impulsados por la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades. La gran mayoría es detenida en la frontera y trasladada a albergues bajo custodia federal, a la espera de una resolución judicial.