Ante el incremento de detenciones de migrantes indocumentados en el estado, Florida pondrá en funcionamiento un nuevo centro de retención y deportación en el norte del territorio. La instalación ocupará una antigua prisión estatal en el condado de Baker, a unos 70 kilómetros de Jacksonville, y contará con capacidad para más de 1.300 personas.
El anuncio fue hecho por el gobernador Ron DeSantis, quien indicó que el complejo, bautizado como “Depósito de deportación”, se abrirá en las próximas semanas. La ubicación fue elegida tras descartar un plan inicial que contemplaba la Base Blanding de la Guardia Nacional.
Este será el segundo centro inaugurado durante 2025, después de “Alligator Alcatraz” en el sur del estado, con espacio para 3.000 migrantes.
DeSantis afirmó que la medida busca ampliar la capacidad del sistema, en línea con la política migratoria impulsada por el presidente Donald Trump y la colaboración obligatoria entre la policía local y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).