La Fiscalía General de México descartó este martes que un rancho ubicado en Teuchitlán, Jalisco, haya sido utilizado como un centro de exterminio por el crimen organizado, pese a las denuncias de colectivos de búsqueda como “Guerreros Buscadores”, quienes afirman haber encontrado restos óseos calcinados y ropa en el lugar.
El fiscal general, Alejandro Gertz, sostuvo que en el rancho Izaguirre, presuntamente controlado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), no se hallaron cadáveres ni evidencia de crematorios, y que el sitio funcionaba como centro de adiestramiento y operación del grupo criminal.
A pesar de estas declaraciones, los colectivos insisten en que el rancho pudo haber sido utilizado para la desaparición de personas, especialmente aquellas que se resistieron al reclutamiento forzado por parte del CJNG. Gertz, por su parte, aseguró que hay pruebas claras de actividades paramilitares en el sitio, como casquillos, objetivos de práctica, y equipos utilizados para entrenamientos.
Las investigaciones continúan para determinar cuántas personas fueron llevadas al lugar contra su voluntad, y si hubo colaboración de autoridades locales. Aunque la comisión local de derechos humanos ya había advertido desde 2021 sobre la existencia de operaciones criminales en esa zona, fue hasta septiembre del año pasado que se realizó un operativo conjunto que permitió localizar el centro.