La Comisión Europea validó este miércoles el acuerdo comercial con el Mercosur, un paso previo antes de que el tratado sea debatido por los Estados miembros y el Parlamento Europeo.

El Ejecutivo comunitario ofreció garantías “sólidas” para proteger al sector agrícola, uno de los más críticos con el pacto. Francia se mantiene como el principal opositor, al advertir que su producción de reses, aves, azúcar y biocombustibles podría verse seriamente afectada, y exige mayores salvaguardas.

Bruselas presentará un texto jurídico complementario que refuerce los mecanismos de protección para “productos europeos sensibles”, gesto recibido positivamente por París, aunque el gobierno francés subrayó que analizará con detalle si sus reclamos fueron incorporados de manera jurídicamente viable.

Fuentes europeas indicaron que la Comisión busca rapidez y espera cerrar el proceso con los Veintisiete antes de fin de año, mientras Brasil mantiene la presidencia rotatoria del bloque sudamericano.

El tratado permitiría a la Unión Europea aumentar sus exportaciones de automóviles, maquinaria y bebidas alcohólicas hacia Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. A cambio, los países latinoamericanos tendrían mayor acceso al mercado europeo con carne, azúcar, arroz, miel y soja, lo que genera temores de competencia desleal entre agricultores europeos.