La crisis económica que afecta a Bolivia continúa escalando, y este miércoles las calles de La Paz y El Alto fueron escenario de una fuerte protesta en la que miles de bolivianos exigieron soluciones urgentes.
La escasez de dólares y combustibles ha llevado a una situación insostenible, con una inflación desbordada y largas colas en las estaciones de servicio. Dos sectores principales, los indígenas y los choferes, encabezaron las marchas que convergieron en la capital, exigiendo respuestas claras del gobierno de Luis Arce.
El epicentro de las protestas fue la Plaza de Armas en La Paz, donde miles de indígenas aymaras bloquearon el acceso a la sede presidencial. El descontento fue palpable, con líderes como Alberto Mamani Quispe resaltando la falta de acción gubernamental frente a la crisis económica.
Bolivia enfrenta desde 2023 una crisis económica caracterizada por la escasez de moneda extranjera, lo que ha afectado directamente su capacidad para importar combustibles. El gobierno ha implementado medidas como clases virtuales y la reducción del transporte público para disminuir el consumo, pero los efectos de la escasez se sienten en el día a día de la población, que espera hasta 24 horas para llenar sus tanques de gasolina.