La administración Trump elevó este miércoles los gravámenes sobre productos indios del 25% al 50%, como medida para castigar a Nueva Delhi por continuar comprando petróleo a Rusia. La decisión no afecta a todos los bienes: medicamentos, semiconductores y teléfonos inteligentes quedan exentos, reduciendo parcialmente el impacto sobre sectores estratégicos.
El aumento arancelario complica aún más las relaciones bilaterales y podría empujar a India a fortalecer vínculos con China. Pese a las exenciones, pequeñas empresas y exportadores indios enfrentan riesgos de pérdidas y caída de pedidos, considerando que en 2024 EE.UU. fue el principal destino de exportaciones indias, por 87.300 millones de dólares.
Desde Nueva Delhi, califican la medida como “injusta y desproporcionada” y alertan sobre posibles repercusiones en empleos y competitividad internacional. Expertos advierten que un arancel del 50% equivale prácticamente a un embargo parcial.
La administración estadounidense mantiene su estrategia de presión económica, aplicando tarifas a aliados y competidores y evaluando nuevas imposiciones sobre otros sectores como acero, aluminio y automóviles.