Entran en vigor los nuevos aranceles anunciados por Donald Trump, siendo China el principal socio comercial afectado con gravámenes que superan el 100%.

 

Los nuevos aranceles del presidente estadounidense, Donald Trump, contra decenas de países entraron en vigor este miércoles, incluida una monumental tasa de más de 100% a los productos chinos, lo que intensifica dramáticamente una guerra comercial global.

Las nuevas tarifas aduaneras golpean a casi 60 socios comerciales con gravámenes adicionales de entre el 11% y el 50%, con la excepción de China, cuyos productos ahora pagan un arancel de 104%.

Desde que Trump regresó al poder en enero ha gravado los productos chinos con un recargo del 20%, que el miércoles debía pasar al 54% con el 34% anunciado la semana pasada.

Pero al final será un 104% debido a un 50% adicional en respuesta a la decisión china de imponer aranceles del 34% a los productos estadounidenses pese a las advertencias de la Casa Blanca.

El gigante asiático asegura que cuenta con las herramientas suficientes para compensar la turbulencia.

Trump sostiene que desde que entraron en vigencia los aranceles Estados Unidos recauda cerca de 2 billones de dólares diariamente.

Desde el pasado miércoles, cuando el presidente estadounidense anunció aranceles para buena parte de las importaciones de la mayoría de los países del mundo, los inversores perdieron billones de dólares.

Cómo considera que sus socios comerciales «saquean» a Estados Unidos, desde el sábado impuso un arancel adicional universal del 10% sobre los productos importados, con algunas excepciones como el oro y la energía.

Este gravamen subirá a partir del miércoles para decenas de socios comerciales importantes, en particular la UE, al 20%; y Vietnam al 46%, aparte de China.

La administración estadounidense asegura, no obstante, seguir abierta a la negociación, lo que explica el respiro bursátil.

La UE prepara su respuesta, que presentará a principios de la próxima semana, según un portavoz de la Comisión Europea.
Los analistas consideran que la guerra comercial podría socavar la economía mundial, con riesgos de inflación, desempleo y disminución del crecimiento.