A través de imágenes satelitales se evidencia el desplazamiento de una nube de polvo proveniente del desierto del Sahara, África, atravesando el océano Atlántico con dirección hacia el mar Caribe y Estados Unidos.
La nube se extendía por unas 2,000 millas, desde Jamaica hasta mucho más allá de Barbados, en el este del Caribe, y alrededor de unas 750 millas desde las Islas Turcas y Caicos, en el norte del Caribe, hasta el sur de Trinidad y Tobago.
El polvo del Sahara es exactamente lo que su nombre indica: arena fina y partículas minerales del desierto del Sahara en el norte de África, el desierto cálido más grande del mundo y el tercero más grande en general.