Enfrentamientos armados entre Afganistán y Pakistán han dejado decenas de muertos y provocado el cierre total de los principales cruces fronterizos entre ambos países. Según fuentes oficiales, Islamabad reportó la muerte de 23 soldados, mientras que Kabul afirmó haber causado 58 bajas y capturado varios puestos militares. Pakistán también aseguró haber abatido a más de 200 combatientes del Talibán y grupos aliados.

El intercambio de fuego comenzó con ataques nocturnos contra posiciones paquistaníes en la frontera, lo que llevó a una respuesta inmediata con artillería pesada. Como consecuencia, pasos fronterizos clave como Torkham y Chaman fueron cerrados, afectando a miles de personas y al transporte de mercancías.

Este episodio ocurre en medio de acusaciones cruzadas: Pakistán responsabiliza al gobierno afgano de permitir la presencia de grupos armados en su territorio, mientras Afganistán sostiene que responde a operaciones militares previas. Autoridades de ambos países han reforzado la seguridad en la zona fronteriza ante el riesgo de nuevos enfrentamientos.