La Organización Mundial de la Salud, OMS, adoptó este martes un acuerdo internacional destinado a reforzar la cooperación y preparación frente a futuras pandemias, tras más de tres años de intensas negociaciones marcadas por las lecciones del COVID-19.
El pacto, respaldado por 124 países sin votos en contra, establece un marco de coordinación global para detectar, responder y compartir recursos sanitarios de manera más equitativa y oportuna. Entre sus disposiciones destaca el compromiso de las farmacéuticas participantes de destinar al menos un 20% de su producción en tiempo real de vacunas, tratamientos y pruebas diagnósticas durante una pandemia, con un mínimo del 10% en forma de donación y el resto a precios asequibles.
El objetivo central del acuerdo es evitar los desequilibrios registrados durante la pandemia de coronavirus, cuando muchos países en desarrollo enfrentaron graves carencias de vacunas y suministros médicos, agravadas por el acaparamiento de los países ricos y la falta de coordinación internacional.
A pesar del consenso alcanzado, la ausencia de delegados de Estados Unidos marcó la reunión anual de la OMS, en un contexto en el que Washington se ha distanciado del organismo y su retirada oficial, decidida por el presidente Donald Trump, será efectiva en enero.
El acuerdo representa un paso significativo hacia una respuesta sanitaria más justa y eficaz en futuras crisis globales, en momentos en que la OMS enfrenta restricciones presupuestarias y múltiples emergencias sanitarias a escala mundial.