El empresario Elon Musk anunció su salida oficial del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), organismo creado por la administración de Donald Trump con el objetivo de reducir el gasto estatal. Musk ocupó el cargo de “Empleado Especial del Gobierno” y lideró DOGE con una visión centrada en la automatización y los recortes presupuestarios.

 

 

Durante su gestión, impulsó medidas controvertidas como despidos masivos en agencias federales y la integración de inteligencia artificial para reemplazar funciones administrativas. Estas acciones provocaron una ola de demandas y críticas por presunta violación de derechos laborales y límites constitucionales del cargo que ocupaba.

El detonante de su salida habría sido el proyecto legislativo “One Big Beautiful Bill”, impulsado por Trump, que aumentaría el déficit fiscal en 3.8 billones de dólares en los próximos diez años. Musk expresó públicamente que dicha ley anulaba todo avance logrado por DOGE y contradecía su visión de eficiencia estatal.

Tras su retiro, DOGE continúa en operación con el equipo y procesos que fueron establecidos durante su gestión.