El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó una rueda de prensa en el Despacho Oval para despedir a Elon Musk, quien concluyó este miércoles su paso por el Gobierno de Estados Unidos, tras liderar durante poco más de cuatro meses el Departamento de Eficiencia Gubernamental, una entidad creada por el mandatario con el objetivo de reducir el gasto federal.

El magnate sudafricano, que asumió como «empleado especial», deja el cargo tras reiteradas tensiones con el mandatario por su ambicioso proyecto fiscal.

Durante su gestión al frente de DOGE, Musk impulsó despidos masivos, la eliminación de cientos de contratos federales y la cancelación de programas internacionales, medidas que, según estimaciones oficiales, generaron ahorros de hasta 175 mil millones de dólares. Sin embargo, su enfoque agresivo también provocó resistencias internas, el escrutinio de la prensa y el desplome del valor de Tesla, su empresa insignia.

La salida de Musk se da al cumplirse el plazo legal de 130 días como asesor temporal, aunque desde la Casa Blanca aseguran que su influencia “seguirá viva” en la administración. El presidente le entregó simbólicamente una “llave de la Casa Blanca” como gesto de reconocimiento a su labor al frente de DOGE.

Ahora que regresa a sus empresas y tras confirmar que reducirá drásticamente su gasto en política, Musk abandona Washington sin haber alcanzado su meta de recortar dos billones del presupuesto federal.