El Salvador se posiciona como la nación con la inflación más baja a nivel mundial, con una tasa de -0.21 % registrada en mayo de 2025, según el Banco Central de Reserva, BCR, y el ranking global de Stats Feed basado en datos de Trading Economics. Este resultado lo ubica por delante de potencias económicas como China, Canadá y Estados Unidos.

Las autoridades atribuyen este comportamiento a un conjunto de políticas económicas implementadas por el Gobierno salvadoreño en los últimos años. Entre ellas destacan la eliminación de aranceles a productos esenciales, el impulso a la productividad, la lucha contra la extorsión y la creación de mecanismos como agromercados y una central de abastos para facilitar la distribución directa de alimentos.

El presidente Nayib Bukele afirmó a través de su cuenta de X que, a diferencia de otros contextos, la deflación en El Salvador no responde a una contracción del consumo, sino a mejoras estructurales. «Estamos resolviendo cuellos de botella, aumentando productividad, bajando aranceles y eliminando intermediarios», subrayó el mandatario tras críticas de sectores opositores.

Datos del BCR también revelan que sectores clave como el transporte, alimentos, prendas de vestir y muebles han mostrado reducciones sostenidas en sus precios. En paralelo, el consumo de los hogares creció un 3.9 % durante el último trimestre, lo que refuerza la idea de un entorno económico saludable.