El Papa León XIV denunció este domingo la proliferación de armas en el mundo, al advertir que estas “infectan la vida de las naciones y siembran tragedias cotidianas”. Durante el Ángelus en la Plaza de San Pedro, pidió detener su expansión y recordó en particular a las víctimas del tiroteo en una escuela católica de Minneapolis, Estados Unidos, donde murieron dos niños y 18 resultaron heridos.
El pontífice extendió su mensaje hacia Ucrania, reiterando un urgente llamado a un alto el fuego inmediato en medio de los bombardeos que continúan alcanzando ciudades, incluida Kiev. “Es hora de renunciar a la lógica de las armas y abrir el camino al diálogo y la negociación”, declaró, al insistir en la responsabilidad de la comunidad internacional para frenar la guerra.
Francisco también lamentó el naufragio ocurrido frente a las costas de Mauritania, que dejó más de cincuenta migrantes fallecidos y cerca de un centenar de desaparecidos cuando intentaban llegar a las Islas Canarias. “Nuestros corazones están heridos”, afirmó al pedir oraciones por las víctimas y acciones concretas de solidaridad.
En su mensaje, el Papa recordó que el próximo 1 de septiembre se celebrará la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, este año bajo el lema Semillas de paz y esperanza. Invitó a los fieles a comprometerse con la defensa de la “casa común” como parte de un esfuerzo por construir fraternidad y justicia en tiempos de crisis globales.
La jornada concluyó con saludos a peregrinos y delegaciones internacionales reunidas en Roma, donde Francisco reiteró que la voz de las armas debe callar para que prevalezcan la fraternidad y la paz.