El cónclave para elegir al sucesor de Francisco comenzará el 7 de mayo, tras las reuniones entre los cardenales. Esta fecha fue acordada en la quinta reunión desde la muerte del papa Francisco, quien durante su papado dejó una profunda huella en la Iglesia.
Los cardenales se reunirán en la Capilla Sixtina, lugar donde se decidirá quién será el próximo líder espiritual de los 1.400 millones de católicos en el mundo. Durante las deliberaciones, se han resaltado temas de gran relevancia para la Iglesia, como la evangelización, el acercamiento con otras confesiones y la necesidad urgente de hacer frente al escándalo de los abusos sexuales dentro del clero, un reto que Francisco intentó abordar durante su papado.
La lucha contra los abusos ha sido uno de los problemas más complejos de su pontificado, y ahora se perfila como una de las prioridades para su sucesor. Francisco adoptó medidas firmes, incluyendo la obligatoriedad de reportar cualquier caso de abuso, algo que fue aplaudido por algunos, pero que también provocó críticas. Algunos nombres han destacado en las apuestas para ser el próximo papa, entre ellos el cardenal Pietro Parolin.
Como Secretario de Estado del Vaticano, Parolin tiene experiencia en diplomacia internacional y es considerado un moderado dentro de la Iglesia, lo que le hace un candidato fuerte, especialmente en un momento de creciente inestabilidad global. No obstante, también se mencionan otras figuras como el filipino Luis Antonio Tagle y el cardenal Matteo Zuppi, quienes tienen el respaldo de los sectores más progresistas. Sin embargo, el proceso de elección no será fácil, ya que las diferencias internas entre los cardenales sobre la dirección que debe tomar la Iglesia siguen siendo profundas.
Este cónclave se perfila como una prueba crucial para la Iglesia. Buscando algunos que la Iglesia se mantenga firme en su doctrina.