Una serie de sanciones anunciadas el lunes por el Departamento del Tesoro de EE. UU., ha sacado a la luz una presunta red de narcotráfico de alto nivel operando desde Costa Rica, en la que figuran nombres de alto perfil, como el exministro de Seguridad Celso Gamboa Sánchez y Alejandro Arias Monge, alias Diablo, actualmente el criminal más buscado del país.

Las medidas, emitidas a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC, afectan a cuatro ciudadanos costarricenses, Gamboa, Arias Monge, Alejandro James Wilson, Turesky y Edwin López Vega, Pecho de Rata.

Estos se suman a Gilbert Bell Fernández, conocido como Macho Coca, quien ya había sido sancionado anteriormente por su vinculación con el narcotráfico.

El fiscal general de Costa Rica, Carlo Díaz, destacó la importancia de esta acción coordinada con la DEA, subrayando que el objetivo no solo es capturar a los responsables, sino también despojarlos de los beneficios económicos obtenidos de manera ilícita.

“Estas coordinaciones con la DEA son muy importantes porque se persigue a los narcotraficantes, pero también a los bienes producto del narcotráfico”, señaló. Díaz también explicó que las sanciones implican “bloqueo de activos, restricciones comerciales, daño a la reputación, sanciones financieras y responsabilidades legales”.

Según las autoridades estadounidenses, Celso Gamboa, quien ocupó varios cargos de relevancia pública entre 2013 y 2017, habría utilizado sus contactos en el gobierno para acceder a información sensible de investigaciones antidrogas, la cual vendía a otros narcotraficantes, incluyendo a alias Diablo.

Además, se le acusa de facilitar rutas de transporte para cargamentos de cocaína desde Colombia hacia EE. UU., y de lavar dinero mediante su firma legal y el club de fútbol Limón Black Star, que militaba en la segunda división del fútbol costarricense.

Alejandro Arias Monge, alias Diablo, permanece prófugo y es considerado líder de una organización criminal responsable de tráfico de drogas, asesinatos por encargo, robos y lavado de dinero. Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 500,000 dólares por información que conduzca a su captura.

Las investigaciones indican que esta red operaba principalmente desde la provincia de Limón, en la costa caribeña, un punto estratégico para el tráfico internacional de drogas.