No podrán obtener visas estadounidenses los familiares, socios comerciales y personas cercanas a individuos sancionados por narcotráfico, específicamente vinculados al tráfico de fentanilo. Así lo anunció el secretario de Estado Marco Rubio, como parte de una nueva política migratoria amparada en la Orden Ejecutiva 14059.

La medida busca ampliar el alcance de las sanciones, cerrando el círculo de protección que suele rodear a los operadores del crimen organizado. Según Rubio, se utilizarán “todas las herramientas necesarias” para frenar el ingreso de drogas sintéticas mortales a territorio estadounidense, incluyendo restricciones de visado conforme a la Ley de Inmigración y Nacionalidad.

Con más de 80 mil muertes anuales por sobredosis de opioides en EE. UU., el gobierno apunta a endurecer las consecuencias para quienes, directa o indirectamente, se beneficien del tráfico de estas sustancias. La política entra en vigor de inmediato y podría afectar a decenas de personas asociadas con redes criminales internacionales.