El gobierno de Estados Unidos ha anunciado planes para devolver al Departamento de Defensa su denominación original, “Departamento de Guerra”, en un intento por proyectar una imagen más agresiva y marcial de sus fuerzas armadas. La medida se implementará inicialmente como un título secundario, mientras se gestionan los mecanismos legales para su adopción definitiva.
La institución fue creada como Departamento de Guerra en 1789, bajo la presidencia de George Washington, con el objetivo de gestionar el ejército de forma civil y articulada. Tras la Segunda Guerra Mundial, el gobierno reorganizó su estructura militar mediante la Ley de Seguridad Nacional de 1947: se fusionaron los departamentos del Ejército, la Marina y la recién creada Fuerza Aérea bajo una entidad unificada, que adoptó el nombre de Departamento de Defensa en 1949.
¿Por qué cambiar de nuevo?
La administración actual considera que el nombre “Departamento de Guerra” tiene mayor fuerza simbólica y refleja la capacidad ofensiva estadounidense, no solo su capacidad de defensa. Se apunta a implementar el cambio mediante orden ejecutiva, aunque se requeriría del Congreso para formalizarlo oficialmente.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha respaldado públicamente la medida e incluso anticipó que “su título podría ser diferente mañana”, sugiriendo transformaciones culturales en el Pentágono. Hegseth promovió recientemente una encuesta sobre la preferencia del nombre, donde la mayoría respaldó la vuelta al nombre histórico.