El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, advirtió que Washington está preparado para “interceptar y destruir” a los narcoterroristas vinculados al tráfico de drogas, tras un ataque militar en aguas internacionales del Caribe que resultó en la muerte de 11 presuntos miembros del grupo criminal venezolano Tren de Aragua.
Sus declaraciones fueron brindadas durante una entrevista al medio de comunicación Fox.

El ataque, realizado en aguas internacionales del Caribe, fue descrito por Hegseth como una “misión seria” y una “advertencia clara” a aquellos que intenten introducir drogas ilícitas en EE. UU. “No se detendrá con este solo golpe. Cualquiera que trafique en esas aguas y sea designado como narcoterrorista enfrentará el mismo destino”, afirmó el secretario de Defensa en una entrevista con Fox News.

El presidente Donald Trump respaldó la operación, calificándola como una medida “precisa” contra una organización terrorista dedicada a “envenenar” al país con drogas ilícitas. El mandatario compartió un video del ataque en la plataforma Truth Social, indicando que no hubo bajas estadounidenses y que la operación se llevó a cabo en la zona de responsabilidad del Comando Sur de EE. UU.

Por su parte, el ministro de Comunicación de Venezuela, Freddy Ñáñez, descalificó el video del ataque, sugiriendo que fue generado por inteligencia artificial. Sin embargo, Hegseth rechazó esta afirmación, asegurando que observó el ataque en vivo y que “definitivamente no fue inteligencia artificial”.

Esta operación forma parte de una campaña militar más amplia iniciada en agosto de 2025, que incluye el despliegue de una significativa presencia naval estadounidense en el Caribe, con el objetivo de combatir a los carteles de drogas en la región. La administración Trump ha designado al Tren de Aragua como una organización terrorista extranjera, vinculando al presidente venezolano Nicolás Maduro con actividades de narcotráfico.

El ataque ha generado reacciones mixtas a nivel internacional. Mientras que algunos países, como Trinidad y Tobago, han expresado su apoyo, otros, como Colombia, han condenado la acción, calificándola de ejecución extrajudicial. Analistas legales han señalado que el uso de la fuerza militar en este contexto plantea interrogantes sobre su legalidad y cumplimiento con el derecho internacional.

Estados Unidos ha reiterado su compromiso de continuar con operaciones similares en la región, utilizando una combinación de activos aéreos, marítimos y terrestres para desmantelar redes de narcotráfico y proteger la seguridad nacional.