El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes el fin inmediato de todas las negociaciones comerciales con Canadá, en represalia por la implementación de un nuevo impuesto a los servicios digitales que afecta principalmente a compañías tecnológicas estadounidenses. A través de su red social Truth Social, Trump calificó la medida canadiense como «un ataque directo y flagrante» contra su país.

El mandatario acusó a Canadá de seguir los pasos de la Unión Europea al imponer un tributo que, según medios locales, entrará en vigor el 30 de junio y tendrá efecto retroactivo de tres años, lo que generará una deuda estimada en 2 mil millones de dólares para empresas de Estados Unidos. Trump también criticó con dureza los aranceles canadienses sobre productos lácteos, que dijo, han llegado hasta un 400 % en años anteriores.

«Canadá es un país muy difícil para comerciar», escribió Trump, al tiempo que adelantó que su administración impondrá nuevos aranceles a productos canadienses en un plazo de siete días. Esta acción marca un nuevo capítulo de tensiones comerciales entre ambos países, pese a estar vinculados por el tratado T-MEC junto con México.

Desde Ottawa, el primer ministro canadiense Mark Carney había advertido semanas atrás que su Gobierno preparaba represalias si no se llegaba a un acuerdo sobre los aranceles al acero y aluminio impuestos por Washington. Ahora, la ruptura unilateral anunciada por Trump podría agravar aún más la relación bilateral y provocar consecuencias económicas significativas en ambos lados de la frontera.