Se trata de la negociación de un acuerdo entre Ecuador y Estados Unidos que permitiría que el país suramericano reciba a unos 300 refugiados al año, según informó este lunes la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld. El anuncio llega a pocos días de la visita a Quito del jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, en el marco de una gira regional centrada en seguridad y migración.
Sommerfeld explicó que se trata de un plan limitado y dirigido a personas de ciertas nacionalidades sin antecedentes penales ni problemas de salud. La medida, distinta a los acuerdos entre Washington y El Salvador, busca fortalecer la cooperación bilateral sin imponer condiciones unilaterales, sostuvo la ministra.
La canciller también reconoció que se estudia la instalación de una base de cooperación estadounidense en territorio ecuatoriano, una posibilidad que requeriría cambios constitucionales mediante consulta popular. El presidente Daniel Noboa ha expresado su intención de impulsar esa reforma como parte de su estrategia de seguridad.
Marco Rubio llega a Quito este miércoles y parte de su agenda incluye un encuentro con Noboa para abordar temas de narcotráfico, migración irregular y comercio. Ecuador atraviesa una crisis de violencia ligada a bandas del narcotráfico, que convirtió al país en uno de los más peligrosos de la región en 2024, con una tasa de 39 homicidios por cada 100 mil habitantes.