Al menos dos personas murieron en un incendio forestal declarado en la provincia de Lérida, en la región catalana del noreste de España. Las autoridades regionales ordenaron el confinamiento de unas 14.000 personas por la simultaneidad de dos focos activos con características muy violentas e imprevisibles, agravadas por vientos de hasta 28 km/h.
La ministra española para la Transición Ecológica pidió máxima precaución ante lo que describió como un verano potencialmente “muy complicado” en materia de incendios, en un contexto de temperaturas extremas. España atraviesa una intensa ola de calor, con registros superiores a los 40 °C en varias regiones, tras un junio marcado por múltiples récords térmicos.
La ola de calor avanzaba este miércoles hacia el este europeo, con proyecciones de impacto en Alemania. En Francia, se reportaron dos muertes atribuidas a enfermedades derivadas del calor, mientras los bomberos atendieron a más de 300 personas afectadas. París activó por primera vez en cinco años su alerta roja por temperaturas extremas.
En Portugal, el calor también alcanzó niveles sin precedentes. El municipio de Mora, al este de Lisboa, registró el domingo 46,6 °C, la temperatura más alta jamás medida en el país durante un mes de junio, según datos oficiales.