El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó de “privilegio” visitar la isla Little St James, donde Jeffrey Epstein realizó actos de agresión sexual, incluso contra niñas de 12 años.
El mandatario aseguró que fue invitado por el fallecido delincuente sexual, pero que rechazó las propuestas, según su versión de los hechos, hubo un rompimiento de amistad entre él y Epstein por causas laborales.
“Esa es una historia tan antigua, muy fácil de explicar, pero no quiero perder el tiempo explicándolo, Durante años no hablé con Jeffrey Epstein, porque hizo algo que era inapropiado: contrató ayuda y le dije que no volviera a hacerlo. Robó gente que trabaja para mí, y le dije que no lo volviera a hacer, y lo hizo de nuevo. Lo eché del lugar. Persona non grata. Lo eché y eso fue todo. Me alegro de haberlo hecho si quieres saber la verdad”, dijo el presidente.
Donald Trump ha negado que su nombre se encuentre en un cuestionado listado de personas que presuntamente realizaron visitas a la isla, donde varios políticos, artistas y empresarios habrían llegado para cometer actos de abuso contra menores de edad.
El mandatario se sacudió las acusaciones en su contra, y optó por lanzar polvo sobre otros exfuncionarios, acusándolos de haber asistido a la isla St. James.
“Bill Clinton fue allí supuestamente, 28 veces. Nunca fui a la isla, pero Larry Summers escuché que fue allí, era el jefe de Harvard. Muchas otras personas que son personas muy grandes… nadie habla de ellos”, señaló Trump.
La semana pasada, el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, dijo que Trump cortó sus lazos con Epstein porque lo consideraba un «asqueroso».
La Casa Blanca ha estado bajo la creciente presión de los partidarios y oponentes políticos de Trump para que divulgue más información sobre una investigación del Departamento de Justicia sobre Epstein.