Las autoridades del estado de Alabama están investigando una presunta red de explotación infantil tras el arresto de tres hombres acusados de cometer abusos sexuales a menores en un búnker subterráneo, utilizado originalmente como refugio antitormentas.
El caso, que ha generado conmoción en la comunidad de Brent, en el condado de Bibb, es considerado por la fiscalía como uno de los “más graves y complejos registrados en la región en los últimos años”.
El fiscal de distrito del Cuarto Circuito Judicial de Alabama, Robert Turner Jr., calificó los hechos como “sádicos y repugnantes”, subrayando que se trata de “una de las investigaciones más preocupantes y complejas que nuestra oficina ha emprendido”.
La investigación comenzó en febrero de este año y permitió reunir pruebas suficientes para la detención de los sospechosos el pasado fin de semana.
La Oficina del Sheriff del Condado de Bibb identificó a los detenidos como William Chase McElroy, de 21 años, Dalton Terrell, también de 21 y Andrés Velazquez-Trejo, de 29.
Según el informe policial, los hombres están acusados de drogar a menores de entre 3 y 10 años para luego trasladarlos a un refugio subterráneo, donde se perpetraban los abusos.
McElroy enfrenta cuatro cargos de violación, seis de trata de personas, seis de sodomía y cuatro de secuestro. Terrell fue imputado con seis cargos de violación, doce de sodomía y cinco de trata de personas. Por su parte, Velazquez-Trejo está acusado de seis cargos de trata de personas y se le investiga además por la presunta venta de imágenes de las víctimas y posteriormente, por comercializar a los propios menores.
La gravedad del caso fue enfatizada por la Oficina del Sheriff, que señaló en un comunicado que «este comportamiento abominable no será tolerado en el Condado de Bibb y que los infractores se enfrentarán a un proceso penal con todo el rigor de la ley». La información recogida hasta ahora indica que los abusos se habrían cometido entre enero de 2024 y abril de 2025.
Según la investigación, los acusados residían en casas rodantes ubicadas a poco más de un kilómetro de distancia entre sí, y que algunos de ellos habrían confesado su participación en los crímenes.
El fiscal de distrito adjunto del Cuarto Circuito Judicial de Alabama, Bryan Jones, también se pronunció sobre el caso, señalando que “es simplemente inimaginable que alguien pudiera hacerle esto a un niño”, y agregó, “los niños están indefensos y dependen del cuidado y la protección de los adultos. Y cuando los adultos les hacen este tipo de cosas, es realmente horrible”.
La investigación sigue en curso y no se descartan más arrestos conforme avancen las diligencias. Las autoridades piden la colaboración ciudadana para esclarecer todos los aspectos de este caso que ha puesto en alerta a la comunidad de Alabama.