El G7 aprobó una declaración conjunta en la que advirtió que Irán no debe adquirir armas nucleares y respaldó el derecho de Israel a defenderse, en medio de la creciente tensión en Medio Oriente. Los líderes también pidieron proteger a la población civil y evitar una escalada mayor del conflicto.
El comunicado fue emitido tras intensas negociaciones durante la cumbre realizada en Canadá. A pesar de diferencias iniciales, los países miembros lograron un consenso unánime sobre la necesidad de frenar la violencia y promover un alto al fuego en Gaza.
Estados Unidos, representado por el presidente Donald Trump, respaldó el texto, aunque abandonó anticipadamente la reunión por la gravedad de la situación. El G7 también expresó su preocupación por el impacto económico del conflicto, especialmente en el mercado energético.