Solo durante los primeros 4 meses de este año la deuda pública de México ha incrementado un 14%, alcanzando los 17.5 billones de pesos, según el más reciente informe de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El aumento ocurre en un contexto de bajo crecimiento económico y elevados compromisos fiscales heredados.
El mayor repunte se dio en la deuda externa, que subió 23% anual al pasar de 3.6 a 4.5 billones de pesos. En tanto, la deuda interna también creció un 11%, situándose en 13 billones de pesos. Ambos componentes reflejan una presión significativa sobre las finanzas públicas, en un entorno global incierto y con tasas internacionales todavía elevadas.
El informe advierte que este nivel de endeudamiento se mantiene a pesar de que el Banco de México ha comenzado a reducir gradualmente las tasas de interés. El gobierno de Claudia Sheinbaum había propuesto un techo de endeudamiento de un billón de pesos para 2025, como medida de contención fiscal.
En contraste con el crecimiento de la deuda, la recaudación tributaria mostró señales positivas, al aumentar 10.1% en términos reales. El ingreso por IVA creció 13.9%, el mayor incremento desde 2020, mientras que el ISR subió 9.5%, lo que sugiere una recuperación parcial en la actividad económica y el cumplimiento fiscal.
Desde 2018, la deuda pública de México ha crecido en casi 7 billones de pesos, en aparente contradicción con la narrativa oficial de austeridad. Analistas advierten que sin una estrategia clara para contener el gasto estructural, el país podría enfrentar mayores restricciones fiscales en el corto plazo.