Costa Rica ha acordado recibir a migrantes deportados desde Estados Unidos como parte de un trato alcanzado con el gobierno norteamericano, convirtiéndose en otro país puente para el retorno de inmigrantes ilegales.

El Gobierno de Costa Rica recibirá este miércoles a 200 migrantes asiáticos deportados desde Estados Unidos, tras un acuerdo alcanzado con Panamá para facilitar la repatriación de extranjeros en situación irregular. Este compromiso se formalizó tras la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, a ambos países, donde se reforzó la cooperación migratoria.

Los migrantes, provenientes de países de Asia central e India, llegarán en un vuelo comercial y serán trasladados al Centro de Atención Temporal para Migrantes en Corredores, frontera con Panamá. El proceso será financiado por EE.UU. y supervisado por la Organización Internacional para las Migraciones, que garantizará el bienestar de los deportados hasta su retorno a sus países de origen.

El acuerdo entre Costa Rica y Panamá busca gestionar el retorno de migrantes que ya no pueden continuar hacia el norte debido a las nuevas restricciones en Estados Unidos. Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero, su administración ha endurecido las políticas migratorias, incluyendo deportaciones masivas y redadas en distintas ciudades del país.

Ante estas medidas, un grupo de migrantes, en su mayoría venezolanos, ha decidido regresar a su país de origen al ver frustrado su intento de llegar a Estados Unidos.

Las nuevas restricciones han provocado un cambio en la dinámica migratoria en la región, con un número creciente de personas optando por regresar voluntariamente a sus países, mientras los gobiernos de América Central y del Norte refuerzan sus políticas para frenar el flujo irregular de migrantes.