El gobierno de Corea del Sur anunció este domingo que alcanzó un acuerdo con EE. UU., para garantizar la liberación de sus ciudadanos detenidos en la reciente redada de inmigración realizada en una planta de Hyundai en el estado de Georgia.

Las autoridades surcoreanas informaron que enviarán un avión fletado para repatriar a los ciudadanos una vez que concluyan los trámites administrativos. Además, aseguraron que Seúl trabaja en la mejora de su sistema de visados con el fin de evitar incidentes similares en el futuro.

La operación, realizada el viernes por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, terminó con 475 personas detenidas, entre ellas más de 300 surcoreanos.

Washington sostuvo que los detenidos trabajaban sin autorización legal en la planta de baterías, uno de los proyectos de inversión extranjera más grandes de Georgia.

Imágenes difundidas por el ICE mostraron a decenas de trabajadores asiáticos encadenados frente a un edificio, algunos de ellos vistiendo chalecos con los nombres de empresas como “Hyundai” y “LG CNS”.

El operativo sucede en un momento especialmente delicado para las relaciones entre Washington y Seúl, ya que ambos gobiernos mantienen negociaciones comerciales en curso.

Corea del Sur, considerado un aliado estratégico de EE. UU., en Asia, ha prometido inversiones por decenas de miles de millones de dólares en la industria manufacturera estadounidense, en parte como medida para contrarrestar los aranceles impulsados por la administración Trump.