El presidente de Estados Unidos y el gobernador de Texas, están en sintonía al hablar sobre su visión antimigrantes. Trump ha insistido en la colocación de un muro que divida a México de su país, mientras que Greg Abbott ha decidido seguir con su proyecto de una barrera marina para frenar a los migrantes que intentan pasar por el río Bravo, en el área que divide a Piedras Negras, Coahuila, de Eagle Pass, en Texas.
Las boyas no son cualquier diseño, estas se extienden por más de 300 metros y tienen un metro de diámetro, además, están cubiertas de púas metálicas que fácilmente podrían causar lesiones graves a quien intente desafiarlas.
Esta barrera flotante no es nueva, empezó a funcionar en julio de 2023, cuando el gobernador de Texas anunció su estrategia denominada “estrella solitaria”. Las alarmas se encendieron rápidamente pues las boyas invadían terreno propiedad de ciudadanos mexicanos, quienes interpusieron demandas por la acción.
Con el retorno de Trump a la Casa Blanca Greg tiene en sus manos el apoyo federal, caso contrario a lo que sucedió en la administración Biden, donde hubo intensas discusiones para implementar la medida, llegando incluso a desplegar personal militar.
El río Bravo ha sido durante décadas uno de los principales puntos de cruce que utilizan coyotes para llevar a su destino a miles de indocumentados.